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viernes, 9 de diciembre de 2016

Revelaciones de 10go

Foto: Cortesía del entrevistado
Nacido bajo la tercera constelación del zodiaco el 23 de mayo de 1991 e influenciado por la versatilidad de su carácter, se ve Diego Alejandro Delgado Pacheco involucrado en un mundo artístico poblado de imágenes.

     Siendo apenas un niño pudo sentir cómo despertaba la curiosidad en su interior viendo trabajar a su padre en la fotografía. Desde aquel entonces dibujar con luz inspira el inmenso respeto que hasta hoy conserva como auténtico pilar desde el que perpetuar sus instantáneas.  

         Con insondable transparencia decidió años más tardes correr en busca de respuestas que pudieron matar al gato que felizmente murió sabiendo. Por razones que solo el destino conoce se entera por un amigo de la existencia de la Academia Cabrales del Valle. Así comienza en el año 2013 sus estudios mientras trabajaba en una pizzería ubicada en las calles de la Habana.

         Es raro –me comenta Diego- porque después de haber empezado y que mi familia se enterase de mi particular interés llega a mis oídos que a mi abuelo materno  también le gustaba la fotografía. Él tenía una cámara rusa que le costó gran parte de su salario, reunido durante varios meses. Pero se la compró con el sudor de su esfuerzo.
Ya te digo… mi papá se enamoró de la fotografía y de ahí viene. Viene de familia.
Foto: Cortesía del entrevistado

Diego. Cuéntanos de ese peculiar  interés del que nos hablas. 

Para mí –afirma sin pestañar- es algo muy buenito porque incluso hasta hoy  me es raro cuando veo que la gente en el mundo de la fotografía se inclina por una rama. Hay a quien le gusta el fotoperiodismo, quien se especializa en la fotografía deportiva, en la fotografía de aves, en la fotografía comercial.  

            Yo veo que a mí me gusta hacer de todo un poco. Lo mismo me voy para un Marabana  mientras disfruto de lo que estoy haciendo. La fotografía de bodas no me gusta tanto pero ya que estoy en ello trato de hacerlo lo más artístico posible. Me encanta cubrir eventos, reportajes. Me encanta la fotografía en general. No me encasillo en una sola rama de la fotografía.

Háblame de tu formación como fotógrafo

Como te decía… en Septiembre de 2013 comienzo a estudiar en la academia Cabrales del Valle. Academia a quien le debo casi todo mi conocimiento hasta ahora. Pasé también un curso durante el año 2015 en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Y he pasado talleres por la calle como el Taller de la UNEAC de Alberto (Chino) Arco y dos o tres cursos de verano que he pasado en el Museo de Ciencias Naturales.

Pero ya te digo. Lo más importante de mi formación se lo debo a la academia Cabrales del Valle, a los profesores Ramón y Rufino.

      Me comentas que no tienes temática fija en la fotografía. ¿Cómo eliges tus temas?

Normalmente necesito inspiración. Me cuesta mucho salir a hacer fotos yo solo. Necesito de un amigo que influya sobre temas buenos para fotografiar. Que llegue diciéndome… no sé, de un murciélago que va a su casa todos los días. Si me encanta la idea voy para allá. 

     Necesito siempre que me embulle la gente aunque luego me pase cinco o seis horas haciendo fotos sin importar las condiciones climáticas. Poco me importa que haya frío o calor, esté entripado bajo la lluvia, ensopado en sudor o con catarro. Lo importante para mí es que amo hacer fotos y no me canso.

    ¿Recuerdas  alguna anécdota en la que te hayas sentido sumamente inspirado y nos quieras compartir?
    Si… desde luego. Casualmente con Rafael, un colega de la academia que disfrazado de hombre lobo entramos a hacer fotos en un platanal. Pensamos en hacer algunas instantáneas y terminar sobre las ocho de la noche.  Empezamos a hacer fotos y cuando nos dimos cuenta eran las 3:00 de la mañana con el micro clima que hay en Boyeros. Fueron alrededor de siete u ocho horas que se nos fueron como si nada. Para mí fue solo un instante el que estuvimos por allá porque disfrutaba lo que estaba haciendo.

Diego. ¿Sueles fotografiar con un propósito en mente o te dejas llevar por las oportunidades que surgen? 

          Eso depende. Me ha pasado muchas veces que ocasionalmente salgo a buscar imágenes ya pensadas, otras con las que he soñado o alguna que haya visto deseando hacer algo parecido enfocado desde mi mirada. Pero casi siempre cuando llego a los lugares no encuentro lo que esperaba. No sé si es que me pongo la meta muy alta o quiero buscar imágenes que al final no las encuentro.

        Me pasó cuando lo de San Lázaro. Fui ahí. Tenía fotos muy buenas de Raúl Cañivano en mente y no logré encontrar ninguna así. No sé si mi ojo esté tan entrenado como el de Raúl o mi exigencia sea mayor. El show que encontré no me gustó. 

       Hace dos días me sucedió lo mismo en la Plaza de La Revolución durante la despedida del Comandante Fidel Castro. Tenía ideas muy claras de esta fotografía épica que hacía Korda y el resto. No encontré esa foto. Pude hasta haber llegado a sentirme frustrado.

      La otra parte es el lado artístico en el que me imagino la foto. Me propongo un tema. No sé… trabajar la mujer cubana para elevarla porque la considero pilar fundamental de esta sociedad. Sigo ideas que imagino pero a medidas que voy trabajando  van surgiendo otras nuevas.

Eso es lo bonito de la fotografía. Quieres hacer una foto pero a medidas que va girando el escenario contextual y los objetos cambian de lugar comienzan a aparecer nuevas ideas que perfeccionan el enfoque.  



 
¿Dentro del variado género fotográfico tiendes a inclinarte por alguno en especial? 

El retrato me gusta. Antes no le hacía mucho caso. Apenas me llamaba la atención pero gracias a un amigo amante del retrato comencé a interesarme hasta apasionarme por detalles expresivos contemplados en el rostro. Me han dicho que me quedan bastante bien los retratos pero lo que más disfruto son las fotos dinámicas. Tipo la fotografía de deporte. Sabes… aquella foto que tiendes a congelar en fracciones de segundos, justo en el momento preciso. 

Esto de meterme en el medio de una marcha, una conga. Esa foto dinámica –me dice mientras aprecio el entusiasmo en el brillo de sus ojos- que pasa en solo un instante. Esa es la foto que más yo disfruto mientras es el subconsciente fotográfico quien oprime el obturador.

      ¿Qué intentas expresar con tus fotografías?

Esa es la gran misión que todo fotógrafo debiera tener. Lograr que su foto transmita. Al principio yo me conformaba con que mis fotografías fueran solo bonitas. Luego terminé comprendiendo la importancia de lo que cada una es capaz de decir. 

Si la imagen no trasmite, si no llega al espectador tiende a perder valor. A veces intento decir mucho. A veces capturo un instante que a mí no me dice nada mientras mis amistades encuentran en ella algún mensaje. Es muy curioso. Hay quienes encuentran el mensaje más explícito de lo que pretendía expresar. Pero bueno… es siempre una satisfacción que la gente encuentre un mensaje en cada instantánea que  puedan contemplar. Resulta un consuelo para cada fotógrafo que el público pueda leerle en sus imágenes. 

Háblanos de tu ojo fotográfico. ¿Cómo sabes qué fragmento de imagen será bueno a la hora de apretar el obturador?

       Cuando comencé  a estudiar pensé estar recibiendo mucho contenido. No creía que a la hora de fotografiar me pudiera acordar de todo aquello. Pero lo bueno de la fotografía es eso. Todo ese contenido, todo ese conocimiento como que se te va quedando ya interno. 

Es cuestión de magia -afirma con cierto orgullo.

 A veces con el ojo puesto en el visor haces un barrido y te encuentras la foto inesperada. Mi dedo índice muchas veces oprime por acción involuntaria el obturador. Muchas veces no me detengo en precisiones de encuadre. A veces sí preparo la foto pero mayormente es cuestión de sentirla. Ese momento preciso en el que el corazón te dice: es ahora.

     ¿Cómo calificarías una buena imagen?

  Me gusta mucho lo contemporáneo, la forma de pensar ahora sobre el minimalismo. Me encanta trabajar con el concepto de menos es más. Estoy muy de acuerdo con él. Me gustan las fotos con pocos objetos pero que diga mucho siempre y cuando reflejen el mensaje que pretendo comunicar.
Foto: Cortesía del entrevistado


Una buena fotografía según tu experiencia como fotógrafo. ¿Se busca o se encuentra?

   Creo que es mitad y mitad. Normalmente lo contemplo como un 50/50. Ya te           digo… a veces salgo y no encuentro la foto. Otras ando por andar en las calles con la cámara y regreso con dos buenas instantáneas. A veces sí… hay que salir con la esperanza de estar en el preciso instante en el que aparezca siempre y cuando haya buen dominio de las reglas fotográficas.

A veces hago una fotografía que técnicamente esta perfecta y me doy cuenta de que si… que funcionan. Pero en otras hago a un lado todo lo que me han enseñado y las pongo de lado y biro los cuerpos al revés mientras termino comprendiendo que igual me funciona.  A lo mejor no me sirvan para completar una serie y al público no le lleguen como quisiera, pero me gusta experimentar. A veces ese dinamismo tiende a hacer diferente la foto que me encanta.   

De acuerdo a esas reglas dentro de las que debes contemplar horizontes… tercios… y que sueles romper deseando aislarte de lo cotidiano. ¿Qué tipo de fotografías prefieres hacer?

      Considero fundamental –responde con cierto ahínco- la necesidad de regirnos por estas leyes cuando se trata de trabajos periodísticos aunque no siempre el tiempo con el que se cuenta para congelar la instantánea es suficiente. Está demostrado que estas leyes funcionan.  Utilizarlas en la captura de cada imagen es una excelente manera de presentar al exportador la realidad. 
        
         Pero no es lo mismo  hacer una foto en la que te arriesgas rompiendo muchas de las reglas para llevar a una galería de arte en donde es mejor visto este tipo de trabajo aunque simule el borde de lo abstracto. Pero si la foto que vas a hacer va dirigida a todo tipo de público con la vital importancia de comunicar,  debemos contemplar que la misma diga el dónde, cómo, y cuándo del contexto que estemos viviendo sin necesidad de rebuscar el mensaje dentro de la imagen.

       Cuéntanos un poco de tus trabajos y proyectos.

  Gracias a la Academia Cabrales del Valle –reconoce el joven como cuando nos enorgullecemos de nuestros padres- he tenido la posibilidad de participar en varias exposiciones colectivas en la galería Concha Ferrant. Con el taller del Chino expusimos en Fresa y Chocolate. Hace poco expusimos por Noviembre Fotográfico 2016 en la Casa de la Poesía.

    En estos momentos trabajo como el fotógrafo de la revista El Arca. Una revista cubana sobre animales. Hasta ahora nadie se había dedicado a trabajar sobre temas como este. Estamos trabajando muy fuerte para sacar la revista adelante.
        
        También colaboro con otra revista de diseño y arquitectura que se llama Mano.  De ahí la profecía de que me enamoro de todo. No descarto nada.

        Casi terminando de montar una serie de la Plaza de la Revolución. Estoy pensando en un nuevo proyecto sobre el que te comento por la mistad que tenemos.  Siempre me han comentado desde comienzos de mis estudios de fotografía que lo que más transmite de un ser humano es la mirada. Incluso hasta en la de los animales. En ella se logra ver  el alma de cada quien.

  Me he dado cuenta que los labios también pueden decir mucho. Entonces quiero hacer una serie en donde lo importante sean los labios. He estado dándole vueltas al proyecto y tengo varias imágenes en la cabeza en donde el papel protagónico será solo de los labios. Serán todos primerísimos planos de los labios de las personas. Tanto gritando como comiendo o afeitándose. No sé… pero por ahí está la cosa. Va a ser sobre labios nada más. 
Foto: Cortesía del entrevistado
   ¿Cómo te definirías como fotógrafo? ¿Crees que entre todo lo aprendido aun te queda algo por conocer?

   En realidad llevo solo unos añitos en la fotografía pero hasta hace nada me daba pena decir que yo era fotógrafo. No por falta de confianza en lo que hago sino por el inmenso respeto que siento por los fotógrafos que verdaderamente llevan años ejerciendo la profesión.

   Por aprender me falta muchísimo. La fotografía como apasionado que soy de la misma la pongo a la altura de la medicina aunque el nivel de impacto nunca sea el mismo. Pero jamás se debe dejar de aprender. No solo porque el desarrollo de la tecnología nos obliga a ello sino porque las temáticas fotográficas son muy variadas entre estilos que tienden a optimizar las técnicas que generan una competencia profesional en la que me dolería quedarme atrás.
        Siempre hay algo nuevo que aprender. 

Hablando de definiciones y competencias. ¿Cómo definirías a la fotografía?

     Generalmente la mayoría de las personas que tienen un breve conocimiento de la misma le define como luz. Más que eso yo diría que es mágica aunque también un poco tristes y hasta ventajosa.

     Con el desarrollo de la tecnología cualquiera puede tomar fotos con un celular. Se ha perdido un poco de respeto hacia los fotógrafos. En parte porque tradicionalmente Cuba ha aprendido a hacer fotos con la cámara en mano tanteando parámetros e instruyéndose particularmente como pudiese. Se criticaba un poco eso. Pero hoy por hoy, como casi todo el mundo hace fotografía es cuando más hay que estudiar. Cuando más hay que poner en práctica esta definición mágica que nos hace soñar con el ojo puesto en el visor.

Actualmente es cuando más hay que ver imágenes de los grandes fotógrafos. Cuando más hay que documentarnos para poder resaltar entre tantos y demostrar que ante las buenas cámaras de los celulares hay una infinita gama de profesionalidad imposible de acaparar por software y dispositivos electrónicos. 

Esta es la diferencia que existe entre una buena imagen que resume la profesionalidad de un fotógrafo con respecto a la foto bonita gracias al desarrollo de la tecnología –termina sentenciando.

Además de la pasión fotográfica que satura las arterias de Diego (10go) me atrevo a mencionar su vocación por el deporte. Mantenerse en forma es parte de su cotidianidad para cuando tiene como certeza sentirse preparado físicamente para cualquier evento.

      ¿En algún momento has contemplado la posibilidad de estrechar ambas doctrinas en una misma dirección?

 He dado pasos muy primitivos como cuando me voy a hacer fotos en eventos deportivos como Marabana, Maracuaba, Triatlón. Despierto bien temprano y salgo con la cámara deseando encontrar lo inimaginable. Tengo amistades jóvenes que son deportistas por lo que aprovecho las oportunidades para hacer buenas fotos que luego nos quedan como recuerdo.

 Pero sí. Me gustaría hacer fotografía deportiva. Me encanta el dinamismo que se vive  cuando la adrenalina nos fluye por las venas por la presión que incita hacer una buena foto. 

Foto: Cortesía del entrevistado
Hace poco tuve la oportunidad de ver el trabajo del colega Roberto Morejón en los juego de Río y fue bonito la experiencia que vivía como exportador. Vi que la fotografía deportiva no es solo fotografía de prensa porque se le puede poner un toque artístico. Me maravilló como se las ingeniaba para encuadrar fotos entre las anillas contemplando carteles y objetos con los que se construía él mismo un escenario totalmente auténtico. 

  Vi fotos que me encantaron y me hicieron comprender que hay fotos muy buenas más allá de lo que el ojo humano alcanza a ver. Por ello la importancia de observar con nuestro ojo crítico y artístico. Si en algún momento me inclino por la fotografía deportiva quisiera hacerlas inclinadas en un ángulo cuya vecindad no diste mucho de lo artístico.

   Háblanos de los sueños y aspiraciones del fotógrafo en el que te has convertido.

  Es bueno –me asegura 10go- soñar en grande. Alguien muy querido me dijo una vez que la única  forma de alcanzar metas grandes es soñando en grande. Soñar es bonito, es gratis. En ocasiones se lo digo a mis amistades y creen que estoy bromeando, pero me gustaría algún día poder exponer en el museo de Bellas Artes.
 
      Algo verdaderamente difícil dado que no se valora mucho la fotografía cuando tiende a comparársele entre otras ramas artísticas. Pero…  ¿por qué no? Me gustaría algún día materializar alguna obra fotográfica que merezca ser expuesta entre las paredes de Bellas Artes y otras galerías importantes en donde han expuestos grandes fotógrafos de todos los tiempos.

  Me insinúas de la prioridad que se le tiende a dar  a otras artes. ¿Aun conociendo del tema crees prudente definir a la fotografía como arte?

   Desde luego que sí –afirma con orgullo. Incluyendo a mis propias amistades hay muchas personas a quienes le cuesta muchísimo clasificar al fotógrafo como artista. Pero para mí sí. Para mí un fotógrafo puede reunir todos los requisitos de un artista. Porque para mí un artista es aquella persona capaz de modificar la realidad desde su manera de ver la vida, con el fin de transmitir una infinidad de mensajes con disímiles objetos contemplados en su obra. 

          La fotografía cumple todos esos requisitos. Para expresar un estado de ánimo o percepción de la realidad no hay que ser precisamente un pintor o un ceramista. Dada la realidad que nos concierne la fotografía es parte importantísima que con certeza ganará espacio y seguidores a medida que seamos capaces los fotógrafos de ganárnoslo.

Dentro de toda tu obra ¿cuál contemplarías como tu mejor instantánea y cuál como la más compleja de obtener?

   Pienso que la mejor instantánea es la que no se ha hecho. Tengo fotos muy buenas evaluadas por excelentes fotógrafos. Pero la mejor siempre está por hacerse. Bien puede ser la que soñaste mientras dormías o caminabas por la calle, la que un amigo te propuso o hiciste por casualidad. Aun así, después de habernos creído que era la mejor puede aparecer otra al día siguiente que le supere.

 No considero conveniente  creerme haber hecho la mejor. Incluso nuestro ojo fotográfico tiende a ser el eterno inconforme. Siempre quiere más y con mejor calidad. 

 La más compleja de hacer tampoco creo haberla hecho. He sufrido contratiempos pero ninguno como el trabajo que creo pasaría el día que intente hacer fotografía acuática. Desde hace un tiempo me lo propuse como meta dado lo rico de este mundo marino.

   Me imagino que sea bien difícil. En primer lugar porque tengo que aprender a bucear –me asegura 10go para cuando no puede ocultar la sonrisa de su rostro- mientras por otro lugar tienden a ser muy caro el equipamiento fotográfico acuático.
 
  ¿Qué opinión tienes sobre la manipulación de la imagen por la existencia de software?
   
  En principio me costó muchísimo.  Muchos de las personas que me hablaban de fotografía venían de una época analógica. La manipulación no la contemplaban como factor imprescindible. Hacían sus pequeños retoques pero no al extremo de hoy en día. 

   Luego pasé un taller de Lightroom que me fue gustando precisamente porque no te permite el exceso de manipulación. Apenas algunos ajustes de la imagen en cuanto a saturación, luces y sombras. No te permite incluir elementos en la escena como hace Photoshop. 
 
Foto: Cortesía del entrevistado
    Me gustó precisamente porque son solo retoques muy puntuales. Aunque tampoco creo convenientes encasillarnos en el tema porque dado el contexto de la competencia actual en el mercado de la fotografía, es difícil competir con una imagen tal cual fue capaz de captarla el sensor de la cámara. Aun así soy de los que ama la fotografía pero distanciándola del Arte Digital. Manipulo la imagen pero no al extremo de la exageración. 

      Contemplo siempre que tampoco sea fotografía de prensa. En este caso son solo retoques puntuales que realcen  contraste, colores  y luces de la misma.

Diego. Háblanos brevemente de tres fotógrafos que te hayan servido como referencia ante tu formación profesional.

   En primer lugar el que más respeto profesional me inspira, a quien me encantaría poder conocer algún día es  Chema Madoz. Desde que vi una sola foto de ese hombre terminé comprendiendo que tenía que buscar su obra bajo cualquier pretexto. Está pasado… como bien decimos nosotros los cubanos. Estoy enamorado de las fotos que hace. He podido encontrar varios documentales como para comprender que me encanta su obra.

     El segundo aunque no menos importante es mi papá: Lorenzo Delgado. Aunque no sea un fotógrafo reconocido el poco trabajo que ha hecho me encanta seguirlo. Me gusta mucho su forma de trabajar. Mientras estuvo en Cuba trabajó mucho con Rosita Fornes.

     El tercero es David Lachapelle. Un fotógrafo de moda cuyas ideas modernas han revolucionado el mundo de la fotografía en ese contexto. Me encanta su forma dinámica de trabajar. Sus fotos desde mi punto de vista son excelentísimas gracias a sus innovadoras ideas. 

            La pregunta del millón. ¿El fotógrafo nace o se hace? 

      Te diría que como todo en la vida para sobresalir en algo tan importante como la fotografía hay que nacer con ese talento. Aunque por el camino resulta imprescindible pulir el diamante en bruto que nacemos siendo. El estudio es fundamental aunque considere que los grandes fotógrafos nacen con su destino marcado por el destino. Lo mismo pasa con los grandes futbolistas.

      Como te decía: lo otro está en la formación. Si no hay esfuerzo viendo la obra de grandes maestros, estudiando el giro actual del mundo de la fotografía sería muy difícil ser bueno en lo que hacemos. Podría resultar excesivamente complejo cultivar el ojo del fotógrafo.

       Entre todos tus trabajos. ¿De cuál te sientes más orgulloso?   

  Me pasó hace poco una cosa muy curiosa. Mientras trabajaba para la revista del Arca en una sesión de fotos a un Bichón  Habanero nos pasamos más de tres horas intentando sacar una foto que de ninguna forma salía. Desde un comienzo se tenía contemplado que fuese la foto de portada. Tenía que quedar bien. Probamos incluso con varios perros hasta que segundos antes de darnos por vencidos le pedí al criador hacer una última foto, antes de decidir posponer la sesión para otro momento en que el animal tuviese mejor disposición.

     Luego de ese último disparo le digo al director de la revista que ya teníamos foto de portada. Desde luego en aquel momento no me creyó. Increíblemente sentí que aquel animal me había escuchado de algún modo. Fue algo mágico. Estábamos todos muy cansados pero con la colaboración de todo el equipo lo conseguimos.

Utilizar modelos en tus fotografías podría resultar sencillo cuando son personas con las que tratas. ¿Cómo haces cuando estás fotografiando una mascota?
       
  Es bien complicado –asegura sin pensarlo dos veces. Desde un comienzo cuando comencé con ellos tenía alguna experiencia conceptual luego de haber estudiado dos años en la academia. Sabía que tenía que ponerme a la altura de ellos como mismo debemos hacer cuando fotografiamos niños. Tenía claro que debía andarme por el piso aunque me terminase ensuciando. A diario me repito que son solo gases del oficio.

  Tenía ideas pero no sabía que fuese tan difícil.

     Empecé con los perros y me costó trabajo. Pero las fotos salían. Luego continué con un gato que por naturaleza es mucho más inquieto que los perros. Me costó muchísimo trabajo pero siempre conseguía cuatro o cinco fotos que valiesen la pena.

  Todo hasta el día en que me tocó hacerle fotos a un curiel de Gerardo Alfonso. Ahí fue cuando me di cuenta que era fotógrafo entre tanta paciencia que jamás creí poder encontrar en mí mismo. Jamás había pasado tanto trabajo en mi vida para hacer una foto. Es muy difícil hacer foto de mascotas.

Foto: Cortesía del entrevistado
  Por el camino aprendí una técnica muy sencilla que quisiera compartir y es precisamente darle de comer al curiel. Con un trocito de lechuga es la única manera que  puedes conseguir para mantener al animal quieto.  Va a salir comiendo pero se pueden lograr buenas fotos mientras permanece tranquilo.

 Con los gatos sucede lo mismo. Mientras cubríamos en la provincia de Matanzas una campaña de esterilización para perros y gatos que permanecen en la calles y desafortunadamente no tienen quien les cuide, me di cuenta de lo fácil que resulta fotografiarles mientras están anestesiados. Desde luego tampoco creo prudente someter la salud del animal bajo efectos de medicamentos por el simple placer de hacerles fotos.

      Una trillada frase entre el fotógrafo y el periodista: Una sola imagen vale más que mil palabras. ¿Qué opinión tienes al respecto? 

               Todo depende de la connotación de la imagen o del texto que la acompañe. Hay imágenes que hablan por sí solas mientras que el argumento pudiese empañar el mensaje. Otras pudieran decir bien poco para lo que sería excelente contemplar la posibilidad de enriquecer el mensaje acompañándole de un texto. No cualquier imagen vale más que mil palabras.

              Lo cierto es que ambos se complementan en un solo mensaje tal cual deberían trabajar fotógrafos y periodistas. El texto levanta muchísimo la fotografía. No me gusta ver una foto colgada en una galería que aparezca sin título porque tampoco hablan por sí solas. Hay fotos que no dicen nada y acompañadas por un texto dicen más de lo que esperábamos. 

      Con certeza ambos deben alcanzar una compenetrabilidad para evitar la mediocridad del trabajo que se desee publicar. Ambos deben apoyarse el uno al otro. Tanto la fotografía al texto y viceversa como el fotógrafo al periodista bajo la misma condición.
Foto: Cortesía del entrevistado
  
Entre tanta experiencia acumulada hasta el momento. ¿Tendrías a mano algún consejo que pueda servir a nuevos colegas que se nos vayan sumando a la causa?

Quisiera aconsejarles que si empiezan en este mundo tan lleno de vida contemplen que a pesar de lo difícil  que pueda resultar, cada sensación experimentada puede ser mágica. Nada en este mundo es fácil como tampoco lo es la fotografía. Pero nada es imposible. A pesar del celo con el que se puedan tropezar cualquier esfuerzo es válido para crecer como artistas de una obra que en su momento hasta pudiese parecer imposible.

Mi consejo es que estudien mucho, que busquen la obra de grandes fotógrafos, que se enamoren de la fotografía porque con el tiempo nos cambia la vida. Tanto como con certeza he dejado de ser el mismo de siempre. Porque nos damos cuenta cuando caminamos por la calle deteniéndonos en detalles que pudieron en algún momento resultar insignificantes.

Para entonces hasta las simples fotos de recuerdo que hacíamos, ahora queremos que sean diferentes. Enfocadas desde otro ángulo más artístico… profesional… y fotográfico.

Es diferente. Precisamente porque la fotografía es Luz. 






 
 

2 comentarios:

  1. Hola amigo, esta vez no caben disculpas. He estado alejadita hasta de mi blog personal en el que hoy coloqué alguito.
    Me admira cómo avanzas. Ya sacas entrevistas y bien elaboradas. Te felicito por eso.
    También lo hago por la época del año. Como habitante de esta Tierra me sumo a las felicitaciones.
    Te deseo un 2017 lleno reales y maravillosas jornadas. Que la salud, la paz y el amor te acompañen siempre, y éxitos en tus empeños. Recibe mi abrazo rompe-huesos y cariños tinajoneros, familia incluida.

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    1. … sobran las excusas cuando llegan de tan buenos amigos. Eso sí… lamento muchísimo todo este tiempo distante de poder leerte. Es bueno saberte cerca, llegar y encontrar tus huellas a la orilla de esta mar tan nuestra.
      Gracias por tus palabras mientras de igual modo te felicito por miles de razones de las que solo los buenos amigos conocen. Un feliz 2017 desbordado de cosas buenas todas donde lo bueno siempre tienda al incremento. Un fuerte abrazo también para la familia. Reconozco que se siente como la propia…

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