Foto: Cortesía del entrevistado |
Nacido bajo la tercera constelación del
zodiaco el 23 de mayo de 1991 e influenciado por la versatilidad de su carácter,
se ve Diego Alejandro Delgado Pacheco involucrado en un mundo artístico poblado
de imágenes.
Siendo apenas un niño pudo sentir cómo despertaba la curiosidad en su interior viendo trabajar a su padre en la fotografía. Desde aquel entonces dibujar con luz inspira el inmenso respeto que hasta hoy conserva como auténtico pilar desde el que perpetuar sus instantáneas.
Con insondable transparencia decidió años más tardes correr en busca de respuestas que pudieron matar al gato que felizmente murió sabiendo. Por razones que solo el destino conoce se entera por un amigo de la existencia de la Academia Cabrales del Valle. Así comienza en el año 2013 sus estudios mientras trabajaba en una pizzería ubicada en las calles de la Habana.
Es raro –me comenta Diego- porque después de haber empezado y que mi familia se enterase de mi particular interés llega a mis oídos que a mi abuelo materno también le gustaba la fotografía. Él tenía una cámara rusa que le costó gran parte de su salario, reunido durante varios meses. Pero se la compró con el sudor de su esfuerzo.
Siendo apenas un niño pudo sentir cómo despertaba la curiosidad en su interior viendo trabajar a su padre en la fotografía. Desde aquel entonces dibujar con luz inspira el inmenso respeto que hasta hoy conserva como auténtico pilar desde el que perpetuar sus instantáneas.
Con insondable transparencia decidió años más tardes correr en busca de respuestas que pudieron matar al gato que felizmente murió sabiendo. Por razones que solo el destino conoce se entera por un amigo de la existencia de la Academia Cabrales del Valle. Así comienza en el año 2013 sus estudios mientras trabajaba en una pizzería ubicada en las calles de la Habana.
Es raro –me comenta Diego- porque después de haber empezado y que mi familia se enterase de mi particular interés llega a mis oídos que a mi abuelo materno también le gustaba la fotografía. Él tenía una cámara rusa que le costó gran parte de su salario, reunido durante varios meses. Pero se la compró con el sudor de su esfuerzo.
Ya te digo… mi papá se enamoró de la
fotografía y de ahí viene. Viene de familia.
Foto: Cortesía del entrevistado |
Diego. Cuéntanos de ese peculiar interés del que nos hablas.
Para mí –afirma
sin pestañar- es algo muy buenito porque incluso hasta hoy me es raro cuando veo que la gente en el
mundo de la fotografía se inclina por una rama. Hay a quien le gusta el
fotoperiodismo, quien se especializa en la fotografía deportiva, en la
fotografía de aves, en la fotografía comercial.
Yo veo que a mí me gusta hacer de todo un poco. Lo mismo me voy para un Marabana mientras disfruto de lo que estoy haciendo. La fotografía de bodas no me gusta tanto pero ya que estoy en ello trato de hacerlo lo más artístico posible. Me encanta cubrir eventos, reportajes. Me encanta la fotografía en general. No me encasillo en una sola rama de la fotografía.
Yo veo que a mí me gusta hacer de todo un poco. Lo mismo me voy para un Marabana mientras disfruto de lo que estoy haciendo. La fotografía de bodas no me gusta tanto pero ya que estoy en ello trato de hacerlo lo más artístico posible. Me encanta cubrir eventos, reportajes. Me encanta la fotografía en general. No me encasillo en una sola rama de la fotografía.
Háblame
de tu formación como fotógrafo.
Como te
decía… en Septiembre de 2013 comienzo a estudiar en la academia Cabrales del
Valle. Academia a quien le debo casi todo mi conocimiento hasta ahora. Pasé
también un curso durante el año 2015 en el Instituto Internacional de
Periodismo José Martí. Y he pasado talleres por la calle como el Taller de la
UNEAC de Alberto (Chino) Arco y dos o tres cursos de verano que he pasado en el
Museo de Ciencias Naturales.
Pero ya te digo. Lo más
importante de mi formación se lo debo a la academia Cabrales del Valle, a los
profesores Ramón y Rufino.
Me comentas que no tienes
temática fija en la fotografía. ¿Cómo eliges tus temas?
Normalmente
necesito inspiración. Me cuesta mucho salir a hacer fotos yo solo. Necesito de
un amigo que influya sobre temas buenos para fotografiar. Que llegue
diciéndome… no sé, de un murciélago que va a su casa todos los días. Si me
encanta la idea voy para allá.
Necesito siempre que me embulle la
gente aunque luego me pase cinco o seis horas haciendo fotos sin importar las
condiciones climáticas. Poco me importa que haya frío o calor, esté entripado
bajo la lluvia, ensopado en sudor o con catarro. Lo importante para mí es que amo
hacer fotos y no me canso.
En principio me costó muchísimo. Muchos de las personas que me hablaban de fotografía venían de una época analógica. La manipulación no la contemplaban como factor imprescindible. Hacían sus pequeños retoques pero no al extremo de hoy en día.
¿Recuerdas alguna anécdota en la
que te hayas sentido sumamente inspirado y nos quieras compartir?
Si… desde
luego. Casualmente con Rafael, un
colega de la academia que disfrazado de hombre lobo entramos a hacer fotos en
un platanal. Pensamos en hacer algunas instantáneas y terminar sobre las ocho
de la noche. Empezamos a hacer fotos y
cuando nos dimos cuenta eran las 3:00 de la mañana con el micro clima que hay
en Boyeros. Fueron alrededor de siete u ocho horas que se nos fueron como si
nada. Para mí fue solo un instante el que estuvimos por allá porque disfrutaba
lo que estaba haciendo.
Diego. ¿Sueles fotografiar con un propósito
en mente o te dejas llevar por las oportunidades que surgen?
Eso depende. Me ha pasado muchas veces que ocasionalmente salgo a buscar imágenes ya pensadas, otras con las que he soñado o alguna que haya visto deseando hacer algo parecido enfocado desde mi mirada. Pero casi siempre cuando llego a los lugares no encuentro lo que esperaba. No sé si es que me pongo la meta muy alta o quiero buscar imágenes que al final no las encuentro.
Me pasó cuando lo de San Lázaro. Fui ahí. Tenía fotos muy buenas de Raúl Cañivano en mente y no logré encontrar ninguna así. No sé si mi ojo esté tan entrenado como el de Raúl o mi exigencia sea mayor. El show que encontré no me gustó.
Hace dos días me sucedió lo mismo en la Plaza de La Revolución durante la despedida del Comandante Fidel Castro. Tenía ideas muy claras de esta fotografía épica que hacía Korda y el resto. No encontré esa foto. Pude hasta haber llegado a sentirme frustrado.
Eso depende. Me ha pasado muchas veces que ocasionalmente salgo a buscar imágenes ya pensadas, otras con las que he soñado o alguna que haya visto deseando hacer algo parecido enfocado desde mi mirada. Pero casi siempre cuando llego a los lugares no encuentro lo que esperaba. No sé si es que me pongo la meta muy alta o quiero buscar imágenes que al final no las encuentro.
Me pasó cuando lo de San Lázaro. Fui ahí. Tenía fotos muy buenas de Raúl Cañivano en mente y no logré encontrar ninguna así. No sé si mi ojo esté tan entrenado como el de Raúl o mi exigencia sea mayor. El show que encontré no me gustó.
Hace dos días me sucedió lo mismo en la Plaza de La Revolución durante la despedida del Comandante Fidel Castro. Tenía ideas muy claras de esta fotografía épica que hacía Korda y el resto. No encontré esa foto. Pude hasta haber llegado a sentirme frustrado.
La
otra parte es el lado artístico en el que me imagino la foto. Me propongo un
tema. No sé… trabajar la mujer cubana para elevarla porque la considero pilar
fundamental de esta sociedad. Sigo ideas que imagino pero a medidas que voy
trabajando van surgiendo otras nuevas.
Eso es lo bonito de la
fotografía. Quieres hacer una foto pero a medidas que va girando el escenario
contextual y los objetos cambian de lugar comienzan a aparecer nuevas ideas que
perfeccionan el enfoque.
¿Dentro
del variado género fotográfico tiendes a inclinarte por alguno en especial?
El retrato me gusta. Antes no
le hacía mucho caso. Apenas me llamaba la atención pero gracias a un amigo
amante del retrato comencé a interesarme hasta apasionarme por detalles
expresivos contemplados en el rostro. Me han dicho que me quedan bastante bien
los retratos pero lo que más disfruto son las fotos dinámicas. Tipo la
fotografía de deporte. Sabes… aquella foto que tiendes a congelar en fracciones
de segundos, justo en el momento preciso.
Esto de meterme en el medio
de una marcha, una conga. Esa foto dinámica –me dice mientras aprecio el
entusiasmo en el brillo de sus ojos- que pasa en solo un instante. Esa es la
foto que más yo disfruto mientras es el subconsciente fotográfico quien oprime
el obturador.
¿Qué intentas expresar con tus
fotografías?
Esa es la gran misión que
todo fotógrafo debiera tener. Lograr que su foto transmita. Al principio yo me
conformaba con que mis fotografías fueran solo bonitas. Luego terminé
comprendiendo la importancia de lo que cada una es capaz de decir.
Si la imagen no trasmite, si
no llega al espectador tiende a perder valor. A veces intento decir mucho. A
veces capturo un instante que a mí no me dice nada mientras mis amistades
encuentran en ella algún mensaje. Es muy curioso. Hay quienes encuentran el
mensaje más explícito de lo que pretendía expresar. Pero bueno… es siempre una
satisfacción que la gente encuentre un mensaje en cada instantánea que puedan contemplar. Resulta un consuelo para
cada fotógrafo que el público pueda leerle en sus imágenes.
Háblanos de tu ojo fotográfico.
¿Cómo sabes qué fragmento de imagen será bueno a la hora de apretar el
obturador?
Cuando comencé a estudiar pensé estar recibiendo mucho
contenido. No creía que a la hora de fotografiar me pudiera acordar de todo
aquello. Pero lo bueno de la fotografía es eso. Todo ese contenido, todo ese
conocimiento como que se te va quedando ya interno.
Es cuestión de magia -afirma
con cierto orgullo.
A veces con el ojo puesto en el visor haces un
barrido y te encuentras la foto inesperada. Mi dedo índice muchas veces oprime
por acción involuntaria el obturador. Muchas veces no me detengo en precisiones
de encuadre. A veces sí preparo la foto pero mayormente es cuestión de
sentirla. Ese momento preciso en el que el corazón te dice: es ahora.
¿Cómo
calificarías una buena imagen?
Me
gusta mucho lo contemporáneo, la forma de pensar ahora sobre el minimalismo. Me
encanta trabajar con el concepto de menos es más. Estoy muy de acuerdo con él.
Me gustan las fotos con pocos objetos pero que diga mucho siempre y cuando
reflejen el mensaje que pretendo comunicar.
Foto: Cortesía del entrevistado |
Una buena fotografía según tu
experiencia como fotógrafo. ¿Se busca o se encuentra?
Creo
que es mitad y mitad. Normalmente lo contemplo como un 50/50. Ya te digo… a veces salgo y no encuentro
la foto. Otras ando por andar en las calles con la cámara y regreso con dos
buenas instantáneas. A veces sí… hay que salir con la esperanza de estar en el
preciso instante en el que aparezca siempre y cuando haya buen dominio de las
reglas fotográficas.
A veces hago una fotografía que
técnicamente esta perfecta y me doy cuenta de que si… que funcionan. Pero en
otras hago a un lado todo lo que me han enseñado y las pongo de lado y biro los
cuerpos al revés mientras termino comprendiendo que igual me funciona. A lo mejor no me sirvan para completar una
serie y al público no le lleguen como quisiera, pero me gusta experimentar. A
veces ese dinamismo tiende a hacer diferente la foto que me encanta.
De
acuerdo a esas reglas dentro de las que debes contemplar horizontes… tercios… y
que sueles romper deseando aislarte de lo cotidiano. ¿Qué tipo de fotografías
prefieres hacer?
Considero fundamental –responde con cierto
ahínco- la necesidad de regirnos por estas leyes cuando se trata de trabajos
periodísticos aunque no siempre el tiempo con el que se cuenta para congelar la
instantánea es suficiente. Está demostrado que estas leyes funcionan. Utilizarlas en la captura de cada imagen es
una excelente manera de presentar al exportador la realidad.
Pero no es lo mismo hacer una foto en la que te arriesgas
rompiendo muchas de las reglas para llevar a una galería de arte en donde es
mejor visto este tipo de trabajo aunque simule el borde de lo abstracto. Pero
si la foto que vas a hacer va dirigida a todo tipo de público con la vital
importancia de comunicar, debemos contemplar
que la misma diga el dónde, cómo, y cuándo del contexto que estemos viviendo
sin necesidad de rebuscar el mensaje dentro de la imagen.
Cuéntanos un poco de tus trabajos y proyectos.
Gracias
a la Academia Cabrales del Valle –reconoce el joven como cuando nos
enorgullecemos de nuestros padres- he tenido la posibilidad de participar en
varias exposiciones colectivas en la galería Concha Ferrant. Con el taller del
Chino expusimos en Fresa y Chocolate. Hace poco expusimos por Noviembre
Fotográfico 2016 en la Casa de la Poesía.
En
estos momentos trabajo como el fotógrafo de la revista El Arca. Una revista
cubana sobre animales. Hasta ahora nadie se había dedicado a trabajar sobre temas
como este. Estamos trabajando muy fuerte para sacar la revista adelante.
También colaboro con otra revista de
diseño y arquitectura que se llama Mano.
De ahí la profecía de que me enamoro de todo. No descarto nada.
Casi terminando de montar una serie de
la Plaza de la Revolución. Estoy pensando en un nuevo proyecto sobre el que te
comento por la mistad que tenemos.
Siempre me han comentado desde comienzos de mis estudios de fotografía
que lo que más transmite de un ser humano es la mirada. Incluso hasta en la de
los animales. En ella se logra ver el
alma de cada quien.
Me
he dado cuenta que los labios también pueden decir mucho. Entonces quiero hacer
una serie en donde lo importante sean los labios. He estado dándole vueltas al
proyecto y tengo varias imágenes en la cabeza en donde el papel protagónico
será solo de los labios. Serán todos primerísimos planos de los labios de las
personas. Tanto gritando como comiendo o afeitándose. No sé… pero por ahí está
la cosa. Va a ser sobre labios nada más.
Foto: Cortesía del entrevistado |
¿Cómo te definirías como fotógrafo? ¿Crees
que entre todo lo aprendido aun te queda algo por conocer?
En
realidad llevo solo unos añitos en la fotografía pero hasta hace nada me daba
pena decir que yo era fotógrafo. No por falta de confianza en lo que hago sino
por el inmenso respeto que siento por los fotógrafos que verdaderamente llevan
años ejerciendo la profesión.
Por aprender me falta muchísimo. La
fotografía como apasionado que soy de la misma la pongo a la altura de la
medicina aunque el nivel de impacto nunca sea el mismo. Pero jamás se debe
dejar de aprender. No solo porque el desarrollo de la tecnología nos obliga a
ello sino porque las temáticas fotográficas son muy variadas entre estilos que
tienden a optimizar las técnicas que generan una competencia profesional en la
que me dolería quedarme atrás.
Siempre hay algo nuevo que aprender.
Hablando
de definiciones y competencias. ¿Cómo definirías a la fotografía?
Generalmente
la mayoría de las personas que tienen un breve conocimiento de la misma le
define como luz. Más que eso yo diría que es mágica aunque también un poco
tristes y hasta ventajosa.
Con el desarrollo de la tecnología
cualquiera puede tomar fotos con un celular. Se ha perdido un poco de respeto
hacia los fotógrafos. En parte porque tradicionalmente Cuba ha aprendido a
hacer fotos con la cámara en mano tanteando parámetros e instruyéndose
particularmente como pudiese. Se criticaba un poco eso. Pero hoy por hoy, como
casi todo el mundo hace fotografía es cuando más hay que estudiar. Cuando más
hay que poner en práctica esta definición mágica que nos hace soñar con el ojo
puesto en el visor.
Actualmente
es cuando más hay que ver imágenes de los grandes fotógrafos. Cuando más hay
que documentarnos para poder resaltar entre tantos y demostrar que ante las
buenas cámaras de los celulares hay una infinita gama de profesionalidad
imposible de acaparar por software y dispositivos electrónicos.
Esta es la diferencia que existe entre una
buena imagen que resume la profesionalidad de un fotógrafo con respecto a la
foto bonita gracias al desarrollo de la tecnología –termina sentenciando.
Además de la pasión fotográfica que satura
las arterias de Diego (10go) me atrevo a mencionar su vocación por el deporte.
Mantenerse en forma es parte de su cotidianidad para cuando tiene como certeza
sentirse preparado físicamente para cualquier evento.
¿En
algún momento has contemplado la posibilidad de estrechar ambas doctrinas en
una misma dirección?
He
dado pasos muy primitivos como cuando me voy a hacer fotos en eventos
deportivos como Marabana, Maracuaba, Triatlón. Despierto bien temprano y salgo
con la cámara deseando encontrar lo inimaginable. Tengo amistades jóvenes que
son deportistas por lo que aprovecho las oportunidades para hacer buenas fotos
que luego nos quedan como recuerdo.
Pero sí. Me gustaría hacer fotografía deportiva.
Me encanta el dinamismo que se vive cuando
la adrenalina nos fluye por las venas por la presión que incita hacer una buena
foto.
Foto: Cortesía del entrevistado |
Hace poco
tuve la oportunidad de ver el trabajo del colega Roberto Morejón en los juego
de Río y fue bonito la experiencia que vivía como exportador. Vi que la
fotografía deportiva no es solo fotografía de prensa porque se le puede poner
un toque artístico. Me maravilló como se las ingeniaba para encuadrar fotos
entre las anillas contemplando carteles y objetos con los que se construía él
mismo un escenario totalmente auténtico.
Vi
fotos que me encantaron y me hicieron comprender que hay fotos muy buenas más
allá de lo que el ojo humano alcanza a ver. Por ello la importancia de observar
con nuestro ojo crítico y artístico. Si en algún momento me inclino por la
fotografía deportiva quisiera hacerlas inclinadas en un ángulo cuya vecindad no
diste mucho de lo artístico.
Háblanos
de los sueños y aspiraciones del fotógrafo en el que te has convertido.
Es
bueno –me asegura 10go- soñar en grande. Alguien muy querido me dijo una vez
que la única forma de alcanzar metas
grandes es soñando en grande. Soñar es bonito, es gratis. En ocasiones se lo
digo a mis amistades y creen que estoy bromeando, pero me gustaría algún día
poder exponer en el museo de Bellas Artes.
Algo verdaderamente difícil dado que no
se valora mucho la fotografía cuando tiende a comparársele entre otras ramas
artísticas. Pero… ¿por qué no? Me
gustaría algún día materializar alguna obra fotográfica que merezca ser
expuesta entre las paredes de Bellas Artes y otras galerías importantes en
donde han expuestos grandes fotógrafos de todos los tiempos.
Me
insinúas de la prioridad que se le tiende a dar a otras artes. ¿Aun conociendo del tema crees
prudente definir a la fotografía como arte?
Desde luego que sí –afirma con orgullo.
Incluyendo a mis propias amistades hay muchas personas a quienes le cuesta
muchísimo clasificar al fotógrafo como artista. Pero para mí sí. Para mí un
fotógrafo puede reunir todos los requisitos de un artista. Porque para mí un
artista es aquella persona capaz de modificar la realidad desde su manera de
ver la vida, con el fin de transmitir una infinidad de mensajes con disímiles
objetos contemplados en su obra.
La fotografía cumple todos esos
requisitos. Para expresar un estado de ánimo o percepción de la realidad no hay
que ser precisamente un pintor o un ceramista. Dada la realidad que nos
concierne la fotografía es parte importantísima que con certeza ganará espacio
y seguidores a medida que seamos capaces los fotógrafos de ganárnoslo.
Dentro
de toda tu obra ¿cuál contemplarías como tu mejor instantánea y cuál como la
más compleja de obtener?
Pienso que la mejor instantánea es la que no
se ha hecho. Tengo fotos muy buenas evaluadas por excelentes fotógrafos. Pero
la mejor siempre está por hacerse. Bien puede ser la que soñaste mientras
dormías o caminabas por la calle, la que un amigo te propuso o hiciste por
casualidad. Aun así, después de habernos creído que era la mejor puede aparecer
otra al día siguiente que le supere.
No
considero conveniente creerme haber
hecho la mejor. Incluso nuestro ojo fotográfico tiende a ser el eterno
inconforme. Siempre quiere más y con mejor calidad.
La
más compleja de hacer tampoco creo haberla hecho. He sufrido contratiempos pero
ninguno como el trabajo que creo pasaría el día que intente hacer fotografía
acuática. Desde hace un tiempo me lo propuse como meta dado lo rico de este
mundo marino.
Me imagino que sea bien difícil. En primer
lugar porque tengo que aprender a bucear –me asegura 10go para cuando no puede
ocultar la sonrisa de su rostro- mientras por otro lugar tienden a ser muy caro
el equipamiento fotográfico acuático.
¿Qué opinión tienes sobre la manipulación
de la imagen por la existencia de software?
En principio me costó muchísimo. Muchos de las personas que me hablaban de fotografía venían de una época analógica. La manipulación no la contemplaban como factor imprescindible. Hacían sus pequeños retoques pero no al extremo de hoy en día.
Luego pasé un taller de Lightroom que me fue
gustando precisamente porque no te permite el exceso de manipulación. Apenas
algunos ajustes de la imagen en cuanto a saturación, luces y sombras. No te
permite incluir elementos en la escena como hace Photoshop.
Foto: Cortesía del entrevistado |
Me gustó precisamente porque son solo
retoques muy puntuales. Aunque tampoco creo convenientes encasillarnos en el
tema porque dado el contexto de la competencia actual en el mercado de la
fotografía, es difícil competir con una imagen tal cual fue capaz de captarla
el sensor de la cámara. Aun así soy de los que ama la fotografía pero
distanciándola del Arte Digital. Manipulo la imagen pero no al extremo de la
exageración.
Contemplo siempre que tampoco sea
fotografía de prensa. En este caso son solo retoques puntuales que realcen contraste, colores y luces de la misma.
Diego. Háblanos brevemente de tres
fotógrafos que te hayan servido como referencia ante tu formación profesional.
En primer lugar el que más respeto
profesional me inspira, a quien me encantaría poder conocer algún día es Chema Madoz. Desde que vi una sola foto de
ese hombre terminé comprendiendo que tenía que buscar su obra bajo cualquier
pretexto. Está pasado… como bien decimos nosotros los cubanos. Estoy enamorado
de las fotos que hace. He podido encontrar varios documentales como para
comprender que me encanta su obra.
El segundo aunque no menos importante es mi
papá: Lorenzo Delgado. Aunque no sea un fotógrafo reconocido el poco trabajo
que ha hecho me encanta seguirlo. Me gusta mucho su forma de trabajar. Mientras
estuvo en Cuba trabajó mucho con Rosita Fornes.
El tercero es David Lachapelle. Un fotógrafo de moda cuyas ideas
modernas han revolucionado el mundo de la fotografía en ese contexto. Me
encanta su forma dinámica de trabajar. Sus fotos desde mi punto de vista son
excelentísimas gracias a sus innovadoras ideas.
La pregunta del millón. ¿El fotógrafo nace o se hace?
Te diría que como todo en la vida para sobresalir en algo tan importante
como la fotografía hay que nacer con ese talento. Aunque por el camino resulta
imprescindible pulir el diamante en bruto que nacemos siendo. El estudio es
fundamental aunque considere que los grandes fotógrafos nacen con su destino
marcado por el destino. Lo mismo pasa con los grandes futbolistas.
Como te decía: lo otro está en la formación. Si no hay esfuerzo viendo
la obra de grandes maestros, estudiando el giro actual del mundo de la
fotografía sería muy difícil ser bueno en lo que hacemos. Podría resultar
excesivamente complejo cultivar el ojo del fotógrafo.
Entre todos tus trabajos. ¿De cuál te
sientes más orgulloso?
Me pasó hace poco una cosa muy curiosa. Mientras trabajaba para la
revista del Arca en una sesión de fotos a un Bichón Habanero nos pasamos más de tres horas
intentando sacar una foto que de ninguna forma salía. Desde un comienzo se
tenía contemplado que fuese la foto de portada. Tenía que quedar bien. Probamos
incluso con varios perros hasta que segundos antes de darnos por vencidos le
pedí al criador hacer una última foto, antes de decidir posponer la sesión para
otro momento en que el animal tuviese mejor disposición.
Luego de ese último disparo le digo al director de la revista que ya
teníamos foto de portada. Desde luego en aquel momento no me creyó.
Increíblemente sentí que aquel animal me había escuchado de algún modo. Fue
algo mágico. Estábamos todos muy cansados pero con la colaboración de todo el
equipo lo conseguimos.
Utilizar modelos en tus fotografías podría
resultar sencillo cuando son personas con las que tratas. ¿Cómo haces cuando
estás fotografiando una mascota?
Es bien complicado –asegura sin pensarlo dos veces. Desde un comienzo
cuando comencé con ellos tenía alguna experiencia conceptual luego de haber
estudiado dos años en la academia. Sabía que tenía que ponerme a la altura de
ellos como mismo debemos hacer cuando fotografiamos niños. Tenía claro que
debía andarme por el piso aunque me terminase ensuciando. A diario me repito
que son solo gases del oficio.
Tenía ideas pero no sabía que fuese tan difícil.
Empecé con los perros y me costó trabajo. Pero las fotos salían. Luego
continué con un gato que por naturaleza es mucho más inquieto que los perros.
Me costó muchísimo trabajo pero siempre conseguía cuatro o cinco fotos que
valiesen la pena.
Todo hasta el día en que me tocó hacerle fotos a un curiel de Gerardo
Alfonso. Ahí fue cuando me di cuenta que era fotógrafo entre tanta paciencia
que jamás creí poder encontrar en mí mismo. Jamás había pasado tanto trabajo en
mi vida para hacer una foto. Es muy difícil hacer foto de mascotas.
Foto: Cortesía del entrevistado |
Por el camino aprendí una técnica muy sencilla que quisiera compartir y
es precisamente darle de comer al curiel. Con un trocito de lechuga es la única
manera que puedes conseguir para
mantener al animal quieto. Va a salir
comiendo pero se pueden lograr buenas fotos mientras permanece tranquilo.
Con los gatos sucede lo mismo. Mientras cubríamos en la provincia de Matanzas
una campaña de esterilización para perros y gatos que permanecen en la calles y
desafortunadamente no tienen quien les cuide, me di cuenta de lo fácil que
resulta fotografiarles mientras están anestesiados. Desde luego tampoco creo
prudente someter la salud del animal bajo efectos de medicamentos por el simple
placer de hacerles fotos.
Una trillada frase entre el fotógrafo y el
periodista: Una sola imagen vale más que mil palabras. ¿Qué opinión tienes al
respecto?
Todo depende de la
connotación de la imagen o del texto que la acompañe. Hay imágenes que hablan
por sí solas mientras que el argumento pudiese empañar el mensaje. Otras
pudieran decir bien poco para lo que sería excelente contemplar la posibilidad
de enriquecer el mensaje acompañándole de un texto. No cualquier imagen vale
más que mil palabras.
Lo cierto es que ambos se complementan en un solo mensaje tal cual
deberían trabajar fotógrafos y periodistas. El texto levanta muchísimo la
fotografía. No me gusta ver una foto colgada en una galería que aparezca sin
título porque tampoco hablan por sí solas. Hay fotos que no dicen nada y
acompañadas por un texto dicen más de lo que esperábamos.
Con certeza ambos deben alcanzar una compenetrabilidad para evitar la
mediocridad del trabajo que se desee publicar. Ambos deben apoyarse el uno al
otro. Tanto la fotografía al texto y viceversa como el fotógrafo al periodista
bajo la misma condición.
Foto: Cortesía del entrevistado |
Entre
tanta experiencia acumulada hasta el momento. ¿Tendrías a mano algún consejo
que pueda servir a nuevos colegas que se nos vayan sumando a la causa?
Quisiera aconsejarles que si empiezan en este mundo tan lleno de
vida contemplen que a pesar de lo difícil que pueda resultar, cada sensación experimentada
puede ser mágica. Nada en este mundo es fácil como tampoco lo es la fotografía.
Pero nada es imposible. A pesar del celo con el que se puedan tropezar
cualquier esfuerzo es válido para crecer como artistas de una obra que en su
momento hasta pudiese parecer imposible.
Mi consejo es que estudien mucho, que
busquen la obra de grandes fotógrafos, que se enamoren de la fotografía porque
con el tiempo nos cambia la vida. Tanto como con certeza he dejado de ser el
mismo de siempre. Porque nos damos cuenta cuando caminamos por la calle
deteniéndonos en detalles que pudieron en algún momento resultar
insignificantes.
Para entonces hasta las simples fotos de
recuerdo que hacíamos, ahora queremos que sean diferentes. Enfocadas desde otro
ángulo más artístico… profesional… y fotográfico.
Es diferente. Precisamente porque la
fotografía es Luz.
Hola amigo, esta vez no caben disculpas. He estado alejadita hasta de mi blog personal en el que hoy coloqué alguito.
ResponderBorrarMe admira cómo avanzas. Ya sacas entrevistas y bien elaboradas. Te felicito por eso.
También lo hago por la época del año. Como habitante de esta Tierra me sumo a las felicitaciones.
Te deseo un 2017 lleno reales y maravillosas jornadas. Que la salud, la paz y el amor te acompañen siempre, y éxitos en tus empeños. Recibe mi abrazo rompe-huesos y cariños tinajoneros, familia incluida.
… sobran las excusas cuando llegan de tan buenos amigos. Eso sí… lamento muchísimo todo este tiempo distante de poder leerte. Es bueno saberte cerca, llegar y encontrar tus huellas a la orilla de esta mar tan nuestra.
BorrarGracias por tus palabras mientras de igual modo te felicito por miles de razones de las que solo los buenos amigos conocen. Un feliz 2017 desbordado de cosas buenas todas donde lo bueno siempre tienda al incremento. Un fuerte abrazo también para la familia. Reconozco que se siente como la propia…