Quiso irse sin saber a dónde. Cada día le advertía
estar sobrando. Harta estaba de los mismo. Alma incompleta saturada entre la
mierda de un asfixiante porvenir.
(...)
Insipidez abstracta entre el dolor ambiguo
latente en el invierno eterno de un verano incompleto por la primavera
inexistente. Se supo amada e incomprendida por la vida.
Amar nunca quiso por razones del destino.
Sintió miedo al sobresalto. Sobresaltó y salió corriendo cuando se supo amando
entre los sueños y las ganas…
Quiso ser libre precisamente porque nunca fue de nadie. Abrió la puerta sin
mirar atrás tratando de correr persiguiendo cada sueño, temiendo a que sus
latidos le terminasen traicionando.
Tal vez sí que fue de alguien aunque lamentablemente ninguno lo supiese. Sintió miedo al sobresalto. Sobresaltó y salió corriendo...
Seguro era muy joven, ¿quién sabe qué piense después?
ResponderBorrarSolo eso, más abrazos rompe-huesos, y deseándote felices y maravillosos días para que tu Musa siga de tu lado, mis cariños tinajoneros!!!
...puede que sí amiga.
BorrarPuede que fuese joven aunque con el paso de los años crezcan sus alas y aparente no ser la misma. Como bien dices: “¿Quién sabe lo que piense después?
Un fuerte abrazo desde esta orilla tan tuya…