En el mundo de nosotros los vivos pudieran no existir los
finales felices. Ya sea porque no formamos parte de la gran recopilación de
Disney, o en su contraparte… vivimos una historia donde el imperialismo,
creyéndose el ombligo del mundo, se empeña en pisotear a todo al que creen encontrar
obstruyendo el paso de la codicia norteamericana.
Pero
como siempre el que persevera triunfa. Hay quienes dicen que lo último que se
pierden son las esperanzas. Pero lo que sí está claro es que no solo en las
películas el bien termina triunfando frente al mal “todo poderoso”. Porque
siempre, bajo cualquier pretexto… nos las hemos ingeniado para hacer temblar a
la injusticia… para tocarle las nalgas al destino… para demostrar que de
culpable América Latina no tiene un pelo.
Esta
vez sentenciado por el 43er. Espacio Audiovisual Tricontinental desde la sala
de principal de la Casa del Alba. Un encuentro propiciado por La Organización de Solidaridad de los Pueblos
de Asia, África y América Latina (OSPAAAL) y su revista Tricontinental para
recordar entre un creativo ambiente audiovisual, momentos inolvidables de la
vida de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Con la presencia de más de 150 personas procedentes de países
como Alemania, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Congo, Cuba y Estados
Unidos, tuvimos la maravillosa oportunidad de nutrirnos a retazos documentados
sobre el 1er año de Inmortalidad de Fidel… entre cálidos abrazos de nuestro
hermano boricua Oscar López Rivera.
…por fin fuera de los barrotes que le mantenían encerrado
porque quienes le conocemos, sabemos perfectamente que Oscar nunca ha dejado de
ser libre…
Un
hombre de mediana estatura pero con un corazón saturado de nobleza que no le
cabe en el pecho de revolucionario que le alberga. Un hombre que ha luchado y
resistido contras las injusticias cometidas sobre la tierra que le vio nacer.
Un hombre que a pesar de sus inmensas ganas de regresar nuevamente con su
familia después de tantos años de injusto presidio… ha decidido viajar a
nuestra isla deseoso de comunicar sus experiencias mientras agradece la
posibilidad de “Compartir con gente buena, de buena fe, de buen corazón, de
espíritu enorme”, sentenció López Rivera con enérgicas palabras ante todos los
presentes.
Un héroe que le deja claro a la humanidad que si pretendemos
vivir tendremos que luchar como de igual modo debemos luchar si pretendemos
vivir… para como siempre, se termina despidiendo en Resistencia y Lucha.
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