Mientras el
enemigo fantasea con la inestabilidad del carácter de las nuevas generaciones llega
el rostro de la juventud cubana para sostener entre el dolor que nos consume, esta
revolución en donde afortunadamente todo nos sabe a Fidel. Un legado que nos
deja con su partida a medias porque continuará en los corazones de las
generaciones actuales y las que están por venir.
Nuestros hijos
también amarán al hombre de visón futurista que
se dejaba la piel en cada intento. El hombre que cuando todo parecía un
eterno imposible hizo de esta isla una Cuba eternamente libre porque aquí no se
rinde nadie.
Duros e
infernales días en los que el dolor se posa sobre nuestras almas por la pérdida
de un familiar querido por todo el mundo. Grandes fueron sus anécdotas…
infinito su legado!!! De todas partes llega el sufrimiento envuelto en
fraternales mensajes de condolencia.
Fidel no ha
muerto. Nuestro Comandante en Jefe continúa vivo porque así lo siente el pueblo
cubano. Como lo abrigan de igual modo quienes llegan a despedir sus cenizas
mientras se enorgullecen de permanecer en Cuba para vivir de cerca el dolor que
hoy derrama dolorosamente la humanidad.
Fidel no ha
muerto!!! Nuestro Comandante en Jefe continúa vivo entre un pueblo enérgico y
viril que llora para cuando la injusticia tiembla. Así lo demuestran 11
millones de cubanos que llegan con el alma entre las manos para venerar al
gigante con quien no pudo la muerte porque es de los imprescindibles.
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