
Recién acabo de tomar el café más malo de la historia... de esos extra
diluidos (aguados a la máxima expresión), dulce y para colmo –tal como
decía Mi Mima- frío como la pata de un muerto. Todavía me pregunto cómo
puede alguien llamarle café o confundir tan preciada magnificencia con
aquella infusión que ni a cocimiento sabía. En fin, que me jode un
chorro el haberme quedado dormido y no despertar treinta minutos antes
para colar una taza de buen café… vamos, uno de esos caliente, amargo, fuerte y desde luego, una dosis menor que la suya, aunque sí doble de la mía, claro está…
Adanys, amigo, fíjate, ya te llamo amigo, le quité el casi. Te considero. Un buen café es como dices: caliente, amargo y fuerte, ¿lo otro?, no es café, así es a despertarte más temprano!!!!!!
ResponderBorrarCuqui, mil gracias por tus huellas y otras infinitas tantas por el famoso casi que ya no existe… no sabes cuánto me alegra encontrar tus huellas a la orilla de mi mar y más aún cuando entre preferencias y comentarios la distancia como que deja de existir y nos deja al alcance de un abrazo… saludos… que tengas un buen día.
BorrarPD: Igual no te preocupes, que desde entonces suelo levantarme 30 min previos a lo planificado.