No
queda claro qué tipo de rehabilitación se acomete en las ruinas de la piscina
gigante de Alamar, en el capitalino municipio de La Habana del Este.
Cierto es que aún en su calamitoso estado
podría recuperarse como sitio para conciertos, pista de baile o espacio similar
al Parque Metropolitano, para diversas actividades que contribuyan al
esparcimiento y recreación en una localidad donde no abundan estas opciones.
Pero el cartel y el interior de la instalación no nos dejan lugar a la
imaginación.
(Publicado
Originalmente en Trabajadores)
Texto:
Reno Massola
Fotos:
Adanys J. Fleite Alonso
Uf!!!! amigo, qué decirte, ni imaginar puedo. Coincido contigo, aunque no sé qué es más calamitoso, si la situación en que se encuentra la "piscina" o el dejar ese letrero colgado. Para suponer que está en rehabilitación la imaginación debe ser tanta, que hasta debemos "rellenar" la imagen de personas laboriosas, por favor!!!!
ResponderBorrarMi abrazo rompe-huesos de siempre, con el friecito de estos días por acá, pero el calor familiar que te saluda, y el aburr tinajonero!!!, Ah, ya estoy de regreso!!!!
Inmensa alegría provoca en mí el saberte de regreso, amiga!!!
Borrar…ni imaginar puedes precisamente porque no hay margen a ella. Lamentablemente con imágenes como estas nos terminamos tropezando con cierta cotidianidad. ¿Pero a quién creerle cuando la realidad dista tanto de una posible rehabilitación?
Gracias por tus huellas a orillas de esta mar donde la brisa sopla para refrescar el alma de quienes llegan sedientos de palabras. Un fuerte abrazo rompe-huesos para toda la familia tinajonera a la que con certeza conoceré algún día…
Muchas gracias por tu regreso… que tengas un día lleno de cosas buenas todas.